Mi primera vez en Santiago de Chile cayó justo unos días
después de cumplir la mayoría de edad, ¿Qué mejor manera de celebrarlo que
beber y beber todo lo posible?
Y así fue, para comenzar este viaje probé algo que no se
consigue en Venezuela: el Pisco.
El debate sobre si el pisco es peruano o chileno es tan
viejo como la bebida misma, lo que sí puedo asegurar es que es riquísimo. El
compañero durante todo este viaje fue el
pisco de Capel Sour.
La segunda parada épica de este tour de alcohólicos fue en uno de los mejores viñedos del país; la mayoría de los viajeros recomienda Concha y Toro, porque es la más grande y popular, pero yo invito con los ojos cerrados a conocer el viñedo Casas de Bosque.
Casas del Bosque es un precioso viñedo en la vía de
Valparaíso que ofrece tours a buen precio para conocer el proceso de
preparación del vino que culmina con una cata de sus mejores cosechas.
El paseo es bastante más personal que en otros viñedos, nosotros éramos un grupo de siete y a cada uno se nos atendió perfectamente; se recorre primero el lugar donde se cosechan las uvas, luego los contenedores donde se fermenta el jugo y por último donde se añejan los barriles.
Una recomendación importante es ir después de comer, nosotros no lo hicimos y aunque nuestra guía fue muy paciente durante la cata (que es una experiencia espectacular), terminó lidiando con seis venezolanos escandalosos con unas copas encima que se lanzaban del tobogán del parquecito.
Fuera de los tres bastones de pan de que nos comimos para disimular la alegría, el vino de Casas del bosque es fácilmente el más sabroso que he probado, no importa cuál sea el tipo o la cosecha. La cata incluye la prueba de cinco distintos tipos de vinos mientras te explican cómo identificar su calidad, sabores y aromas.
Todo culmina en la tienda del viñedo donde por supuesto no puedes dejar de comprar algo. Un hecho curioso es que este viñedo es el hobbie del dueño de Falabella, y produce cerca de 500000 botellas al año, casi todas se exportan.
El último lugar de este recorrido fue en el centro de Santiago, donde un librito con las mejores cosas para hacer en Chile nos envió a probar el mejor trago de la ciudad: El Terremoto.
Que nombre tan apropiado para este trago, incluye varias de
las cosas que más me gustaron de Santiago (una ciudad bastante temblorosa);
vino y helado de piña.
El terremoto consiste en una mezcla de jugo de piña y vino
blanco, mezclado con granadina y una bola de helado de piña flotando encima
para cerrar. Es fácil dejarse llevar por su sabor dulce y tropical, sobre todo
con las temperaturas del verano acercándose, pero es más fuerte de lo que
parece, te deja con una sensación de que el piso se está moviendo.
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